Yo Soy Yaiza


Curiosa
Siempre me ha despertado curiosidad el comportamiento humano y la forma de relacionarnos. Ya de niña daba cuenta de muchas experiencias y cualidades que no comprendía: violencia, persecución y humillación al «diferente”, falta de (auto)cuidado, exigencia, estrés, juicio, soledad no deseada, ausencia de amabilidad y calidez, abandono, autoridad incoherente, etc.
Había menos de amor incondicional, de escuchar en silencio y serenidad, de la contemplación natural y de las relaciones conscientes que sentía que había venido a experimentar y compartir.
Todo lo que necesitas en este mundo es lo que tú has venido a darle.
Mi curiosidad me llevó a explorar disciplinas y saberes que me ayudaron a integrar polaridades y a encontrar respuestas: filosofía, psicología, neurociencia, gestalt, mindfulness y terapias holísticas, principalmente. La curiosidad consciente abre caminos inesperados: busco una cosa y descubro mucho más.
Sensible y Sensitiva
De pequeña me ocurría con frecuencia algo que años más tarde llamé “pequeños despertares”. Solía suceder en un estado de calma, quizás estudiando, leyendo, quizás simplemente contemplando algo. Percibía cómo se abría un canal interior; era una experiencia muy extática ya que todo lo veía con más luz, más nitidez, más alegría y más amor. Como si el espíritu tomase en esos minutos el timón y me mostrara la verdad de quien Yo Soy y lo que Todo Es. Cuando el canal se cerraba aquello se convertía en recuerdo.
Ahora esta experiencia no es sorpresiva y el canal es natural. Comprendí por qué mis guías insisten en que medite y cultive presencia y atención plena; es importante entrenar esta capacidad que nos pertenece a todos y se nos olvida conforme crecemos.
Como no tenía con quien hablar entre iguales de todas las cosas que percibía, me puse a escribir como forma de dar salida a la expresión. La escritura de mi diario personal se convirtió en un pilar fundamental sobre el que asentar mi salud mental y emocional. Esto ocurrió de manera espontánea, no empecé a escribir para algo si no que empecé a escribir, simplemente, y escribir me conectó con algo Superior.
Carl G. Jung en su libro negro 2 decía que mientras escribía recibió una respuesta: “¿Qué es lo que estoy haciendo? Seguro que no es ciencia, ¿qué es?”. Entonces una voz le dijo: “Es arte”.
Buscadora de Verdad y Belleza
Durante mi primera etapa de vida estuve atrapada en una espiral de confusión, ¿qué era verdad? ¿lo que yo sentía interiormente o lo que percibía a través de los sentidos y me contaban los demás?
Recibía que aquello a lo que me impulsaba el corazón era un error y prioricé la expectativa externa por la seguridad que me vendía. Esto me llevó a cursar una formación universitaria y crear unas relaciones personales totalmente opuestas a mi esencia; sufría en silencio.
Me trasladé de Vitoria-Gasteiz a Madrid para especializarme y desarrollé una carrera en el sector educativo, liderando programas y eventos centrados en el crecimiento personal, social y profesional de los estudiantes. Trabajaba en un grupo empresarial de gran magnitud y exigencia donde mi promoción y éxito profesional era celebrado por mi círculo. Sin embargo, el estilo y dinámica interna me generaban un profundo malestar tanto en la vida laboral como en la personal. A pesar de mis aspiraciones, me sentía desconectada de mí misma y vivía en una rueda giratoria que no sabía cómo detener. La falta de un apoyo emocional adecuado hizo que soportara más allá de la norma y se instalara en mi cuerpo un estrés postraumático que me congeló durante años.
La voz del corazón nunca se apaga por completo y de vez en cuando reclama alto ser escuchada.
Hacía un tiempo había empezado a explorar un camino paralelo. La visión gestáltica ya había estado presente en mi infancia cuando guardaba recortes de Mente Sana, la revista de Jorge Bucay que mi madre compraba. Me inspiraban su sensibilidad, profundidad y el cuidado en cada imagen y palabra. Para mí, todo era belleza y poesía.
Coherente y Creadora
Se despertó la fuerza y la voluntad de profundizar en la existencia desde una perspectiva más amable, más libre, más sencilla y más verdadera entre lo divino y lo humano. ¿Y si podía ser feliz simplemente siendo yo porque ser quien soy ya es grande y suficiente?
Comencé a alinear mi vida con coherencia: retomé Psicología como segunda carrera, me formé en Terapia Gestalt, Mindfulness, Neurociencia y Masaje Californiano en instituciones de referencia, aprendiendo de maestros como Paco Peñarrubia, Gustavo Díez y Nazareth Castellanos.
Este camino me permitió integrar consciencia, acompañamiento y la conexión entre emoción y cuerpo. Hoy, practico lo que enseño: voy a terapia, practico la atención plena a diario, estudio con curiosidad, aprendo a cuidarme, construyo relaciones conscientes y confío completamente en mi sentir.
Acompaño desde mis propios valores: la sensibilidad que permite una mirada profunda y cuidadosa, la serenidad como espacio de encuentro esencial, la alegría que nos recuerda la oportunidad de vivir, el amor como motor de toda transformación y pegamento del universo, y la confianza y libertad de ser quienes realmente somos. Desde este lugar-hogar, construyo espacios donde cada persona puede escucharse, reconocerse, compartirse, sentirse amada, reír y florecer.
Canal de transformación
Inspirada y guiada, construyo en red una nueva educación y una nueva forma de vivir con mayor consciencia de unidad.
Nos vamos encontrando.
