¿Qué significa vivir de manera inspirada?
Es posible que hayas has oído alguna vez la expresión “por inspiración divina”. En ocasiones la he llegado a escuchar utilizándola con burla, como si lo que nos llega no tuviera ninguna lógica, fueran ideas locas o genialidades absurdas.
Pero… es verdad que existe algo divino susurrándonos caminos, ideas y visiones para que creemos nuestra vida tal y como acordamos vivirla. No hablo de intuición, es algo más profundo (en este artículo profundizo en ello).
Una nota etimológica:
La palabra inspiración proviene del latín inspiratio, que significa “acción de introducir aire en los pulmones” o “soplo hacia dentro”. Está compuesta por:
- in- (hacia dentro)
- spirare (soplar, respirar)
Spirare comparte raíz con spiritus, que significa “aliento”, “espíritu” o “ánimo”.
El espíritu es ese soplo que despierta la conexión íntima con lo verdadero. Por eso, estar inspirado no es simplemente tener ideas: es sentir que algo más grande que tú te habita y te guía, que se expresa a través de ti, que te utiliza como canal en la Tierra.
La persona que experimenta una Vida Inspirada es aquella que está en sintonía con la voz del corazón y es capaz de discernir la influencia (en ocasiones destructiva) de la programación de la mente colectiva.
Vivimos en diálogo con lo sutil, donde el espíritu orienta nuestro ser para crear con grandeza.
Se nos invita a que las decisiones se tomen desde ese lugar. Amamos, cuidamos y construimos desde ahí.
No es algo reservado para unos elegidos y se integra perfectamente en la vida cotidiana (no se llama al aislamiento, a vestir de ninguna manera ni a formar parte de grupos que realizan actividades extraordinarias e incluso extravagantes). Todos los seres podemos vivir la grandeza desde nuestra vida más natural, aunque no todos han venido a vivirla en este “tiempo”. Esto es un proceso intenso que involucra a la humanidad y al planeta Tierra. Nos conlleva un entrenamiento diario de escucha, de confianza y de entrega.
Puedes hacerte estas preguntas:
¿Estoy viviendo una Vida Inspirada… o una vida programada por el entorno?
¿Desde dónde estoy tomando mis decisiones?
¿Me estoy dejando guiar por lo que se espera de mí, o por quien yo soy verdaderamente?
No hace falta tener claridad en las respuestas, solo hace falta abrir el espacio.

Te propongo una práctica
Puedes hacer esto por la mañana al despertar o al final del día. Reserva un cuaderno para ello y unos minutos de silencio.
- Coloca una mano en tu corazón, cierra los ojos y respira profundo por la nariz unas tres veces. Permite que tu atención descienda desde la mente al cuerpo.
- Hazte esta pregunta en silencio: ¿Qué mensaje tiene para mí el espíritu hoy?
- Espera, escucha y escribe sin juicio, lo que surja. Puede ser una palabra, una frase, quizás una imagen. A veces será claro y otras algo más abstracto. Lo importante es que estás afinando este sentido.
Este pequeño gesto, constante en el tiempo, puede transformar la relación que tienes contigo.
Y abrir el camino a esa Vida Inspirada que, quizás, ya está comenzando a florecer en ti.
Invítate a recordar lo que ya sabes.
Invítate a volver a casa.
Invítate a recibir lo que tu alma lleva tiempo intentando contarte.